Automatizar la producción significa traspasar las tareas recurrentes realizadas por una persona a una máquina. La medida en la que las máquinas van
sustituyendo a las personas es un indicador del nivel de automatización. Cuanto más alta sea la especialización del producto, tanto más provechoso es un nivel alto de automatización. Se habla de una automatización parcial si en algunas etapas las tareas son traspasadas a máquinas mientras que las personas siguen manejando el resto de los procesos. En una producción completamente automatizada las máquinas cumplen todas las etapas mientras que las personas mantienen los programas electrónicos, supervisan el flujo de producción e intervienen en casos de fallos en el sistema.
Por lo tanto, una automatización excede una estandarización. La homogeneidad de la apariencia, el sabor, el contenido de grasa y otras características de calidad del producto es un beneficio importante de la automatización, sin embargo, la automatización optimiza también el uso del personal, de la energía y del material base.
Las ventajas de la trasmisión de tareas de personas a máquinas
De manera general, en primer lugar y a favor de la automatización está el interés en aumentar la productividad y la rentabilidad; los productores en la industria cárnica, por ejemplo, podrían intentar producir con la mejor calidad posible y a un coste más bajo.
La estandarización del producto final con respecto a la apariencia, la estructura y el sabor ayuda aumentar el factor de reconocimiento en el mercado y diferenciarse de competidores. La reducción del personal disminuye el riesgo de error humano, y al mismo tiempo, los operadores aprenden a manejar las maquinas más rápido porque la mayoría de las funciones son ejecutadas automáticamente. El riesgo laboral baja al mínimo al haber menos contacto directo con la maquinaria. Todo esto contribuye a un flujo de producción seguro y continuo.
La continuidad en los procesos de trabajo aumenta la eficiencia en la producción total. Por ejemplo, en una producción automatizada se pueden evitar las interrupciones para cargar la maquinaria con producto. El funcionamiento simultáneo de las diversas máquinas contribuye al flujo continuo de producción y optimiza el consumo de energía al eliminar las variaciones de voltaje.
Al reducir el contacto directo con el producto, una producción automatizada es más higiénica y evita casi en su totalidad riesgos de contaminación del producto. Además las máquinas pueden ser equipadas con funciones de limpieza innovadoras, como la Cleaning in Place (CIP) y la Sterilize in Place (SIP).
Estas ventajas explican por qué la automatización del procesamiento cárnico crece. El desarrollo de automatización se puede distinguir en cuatro niveles:
a) Empieza con la ejecución de tareas diferentes de una máquina por controles basados en programas informáticos.
b) El próximo paso es a través de varios componentes de transporte y depósito en el que las máquinas automatizadas se conectan a una línea de producción.
c) El siguiente nivel lo forma la unificación de controles y manejos de máquinas singulares en el panel de mando centralizado desde cual la línea de producción es manejada.
d) A través del mismo, el cuarto y último nivel es realizado: El control común en el panel de mando centralizado es integrado en un sistema de gestión de mercancías sobrepuesto.